Conjuntivitis actínica

La conjuntivitis es una de las enfermedades oculares más frecuentes. Ocurre cuando se inflama la conjuntiva, una membrana que cubre el interior de los párpados y la superficie del ojo. Dependiendo del origen, se distinguen varios tipos de conjuntivitis, en el artículo de hoy vamos a explicar la conjuntivitis actínica.

Qué es la conjuntivitis actínica

La conjuntivitis actínica ocurre cuando nos exponemos de forma prolongada a rayos actínicos. Es la franja del espectro que corresponde a los rayos azul, violeta y ultravioleta. Por ejemplo, si nos pasamos el día en la nieve, sin la protección adecuada para nuestros ojos, es bastante probable que suframos quemaduras de ojos.

Este tipo de problema también lo suelen sufrir algunos profesionales, como por ejemplo los soldadores. Las herramientas que emplean, si se usan si una protección ocular apropiada, pueden provocarles este tipo de conjuntivitis. Aunque parezca mentira, algunos subestiman el daño que pueden ocasionar las antorchas o sopletes de acetileno a nuestros ojos.

Igualmente si nos vemos expuestos a luces de flash, de lámparas de Klieg o focos corremos el riesgo de padecer oftalmía. Los principales síntomas en todos estos casos son ojos hinchados y enrojecidos, así como sensación de tener arenilla en los ojos. Cuando la lesión llega a afectar también a la córnea hablamos de queratoconjuntivitis.

Tratamiento de la conjuntivitis actínica

Para saber cómo debemos tratar la conjuntivitis actínica lo primero es acudir al oftalmólogo. El especialista realizará una serie de pruebas para determinar el alcance de la lesión y prescribirá el tratamiento adecuado. Lo habitual es guardar reposo, aplicar compresas frías y antiinflamatorios si fuera necesario.

Por las situaciones de riesgo que hemos comentado antes, la conjuntivitis actínica se suele producir en ambos ojos. Los primeros síntomas los vamos a notar a las pocas horas de haber estado expuestos. Es muy importante no frotarse los ojos para evitar que empeore el problema. Si usa lentes de contacto, hay que dejar de usarlas hasta que le haya visto un oftalmólogo.