Tratamiento de la obstrucción del lagrimal

cirugia para obstruccion de lagrimal

¿Qué es la obstrucción del lagrimal?

También conocida como rija, la obstrucción lagrimal se produce cuando hay un bloqueo parcial o completo del sistema de conductos que transportan las lágrimas desde la superficie del ojo hasta la nariz.

Normalmente, las lágrimas drenan desde la superficie del ojo hacia la nariz por medio del conducto nasolagrimal. Si este conducto se bloquea, las lágrimas se acumulan y se derraman por las mejillas, como si se estuviera llorando.

El conducto puede ser obstruido por una infección, una lesión o un tumor, siendo posible reabrirlo con el uso de un láser para recuperar su función en el caso en que un sondaje no sea suficiente para eliminar la obstrucción.

¿En qué consiste el tratamiento de la obstrucción del lagrimal?

La primera medida que se toma es la de intentar eliminar la obstrucción del conducto lagrimal quitando el tapón que lo bloquea con el uso de una jeringa o sonda.

Si esto no es suficiente, es necesario reabrir un nuevo conducto lagrimal para posibilitar el drenaje de la lágrima.

El tratamiento más eficaz y menos invasivo para hacer esto es la dacriocistorinostomía con láser. Se hace pasar una fibra láser de 300 a 500 micras de diámetro por el conducto lagrimal, situado en los párpados en el canto interno nasal.

Mediante una minúscula cámara o endoscopio endonasal (se introduce la micro cámara por la nariz para dirigir el láser que avanza por el conducto lagrimal) se guía este fino haz de láser para trepanar el hueso y así reabrir un nuevo conducto lagrimal por el que se restablece el drenaje normal de las lágrimas y se detiene su derrame sobre las mejillas.

Está moderna técnica quirúrgica se ha hecho posible gracias a los progresos recientes obtenidos en la tecnología de endoscopia endonasal y la miniaturización de los láseres por fibra óptica.

Ventajas que aporta el láser

Esta técnica aporta grandes ventajas respecto al método tradicional, consistente en la desobstrucción del conducto lagrimal con un bisturí.

  • Ausencia de cicatrices en la cara del paciente.
  • Se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local.
  • Rápida recuperación postoperatoria y tiempo de intervención de unos 30 minutos.
  • Mayor número de resultados satisfactorios con el tratamiento láser respecto al bisturí.

En Vistaláser, nuestro equipo está integrado por oftalmólogos y optometristas con una amplia experiencia en el diagnóstico, tratamiento y manejo de diversas condiciones oculares. Nos enorgullece ofrecer un enfoque integral y personalizado para cada paciente, brindando soluciones que se adaptan a sus necesidades individuales.