Causas de ojo seco

Las causas de ojo seco pueden ser diversas y en ocasiones insospechadas por parte del paciente. Desde una inflamación de la glándula lacrimal, a un ambiente demasiado seco en el hogar o el trabajo, pasando por medicamentos, alteraciones hormonales, etc.

Lo que ocurre en el ojo es que se ve alterada la calidad de la película lagrimal o bien disminuye la producción de lágrima. Ante esta situación el ojo queda desprotegido y falto de humedad.

Conforme pasa el tiempo la córnea se inflama y el paciente pierde agudeza visual. La enfermedad de ojo seco puede incrementar la graduación o hacer que el paciente vea peor. Conforme el tratamiento haga efecto verá mucho mejor.

Los síntomas habituales son: escozor o quemazón en el ojo, sientes como si tuvieras arenilla o algo en el ojo, picores, se producen legañas e incluso se ponen los ojos rojos. Controlar los síntomas con un tratamiento adecuado sin duda puede contribuir a la mejorar su calidad de vida.

Consecuencias del síndrome de ojo seco

Cuando tenemos ojo seco nuestro día a día se puede ver afectado, tanto en casa como en el trabajo. Sufrimos molestias, tenemos dificultad para leer, ver la televisión, al usar el ordenador o cualquier tecnología que requiera de la vista, e incluso para conducir, por lo que nuestro rendimiento laboral y calidad de vida se ven afectados.

Hay bastante gente que padece síndrome de ojo seco de forma puntual, para otros es un problema crónico. Puede manifestarse a cualquier edad, tanto en hombres como mujeres. Estadísticamente esta enfermedad la sufren más las mujeres y cuanto más envejecemos más probabilidades tenemos de padecer ojo seco.

El síndrome ojo seco se denomina xeroftalmia en oftalmología, y estudios recientes han observado que en España el 11% de la población podría estar sufriendo el síndrome de ojo seco.

Ojo seco después del LASIK

Tras la Cirugía LASIK con femtosegundo el paciente podría experimentar alguna de las molestias propias del síndrome de ojo seco. Para evitar estos problemas, el oftalmólogo le puede recetar gotas oculares con antibiótico y antiinflamatorio. Además de reducir el riesgo de infección, se pueden usar gotas lubricantes que reducirán las molestias.

Si su ambiente en casa o el trabajo es seco debido a la calefacción o el uso de aire acondicionado, si suele haber humo o debe fijar la vista en una pantalla durante muchas horas al día, será conveniente el uso de gotas para evitar las posibles molestias.