Abrasión de la córnea

La abrasión de la córnea o abrasión corneal es una lesión ocular que puede ocurrir con bastante facilidad. Tiene lugar en la superficie transparente que cubre la parte frontal del ojo. Como es lógico puede afectar a nuestra vista dando lugar a visión borrosa.

Las abrasiones corneales pueden ocurrir cuando hacemos un uso excesivo de las lentillas o cuando usamos unas que inadecuadas. Los arañazos con las uñas, las partículas de polvo, madera o metal que puedan llegar a los ojos, el estar expuesto a algún producto químico o incluso una exposición excesiva al sol pueden ocasionar este tipos problemas.

Síntomas de abrasión corneal

Cuando se sufre abrasión de la córnea es habitual sentir molestias al abrir o cerrar los ojos, e incluso puede que le moleste la luz. Se tiene sensación de tener un cuerpo extraño en la superficie del ojo y ésta se enrojece. El ojo se intenta defender, así que  lagrimea y acabamos teniendo visión borrosa.

Si tiene claro cómo ocurrió la lesión puede enjuagarse los ojos con agua, pero no se los debe frotar, y debe acudir al oftalmólogo lo antes posible para evaluar la gravedad de la lesión y darle solución lo antes posible, de lo contrario se arriesga a sufrir una infección u otros problemas oculares.

Para su tranquilidad debe saber que la córnea se regenera con facilidad, de modo que la lesiones leves se curan por si solas en un par de días, pero las mas serias puede necesitar hasta una semana y requerir el uso de gotas, medicamentos y parches o lentillas de protección.

Evitar la abrasión de la córnea

La abrasión de la córnea es una lesión que ocurre con frecuencia y que podemos evitar tomando ciertas precauciones. Por ejemplo usando gafas de sol si pasamos mucho tiempo al aire libre. Usando gafas protectoras si trabajamos en ambientes con mucho polvo, virutas, astillas o productos químicos.

También puede ocurrir que sufra de ojos secos y esto le lleve a frotarse con frecuencia, dando lugar a una abrasión de la córnea, en tales casos la solución pasa por hacer una visita al oftalmólogo para diagnosticar el caso y si se confirma empezar a usar gotas para lubricar los ojos.

Si el problema está relacionado con el uso de lentillas, es conveniente hacer una visita al óptico para determinar si estamos usando el tipo de lentillas adecuado o si bien en nuestro caso no es conveniente usar lentes de contacto, en cuyo caso cabe plantearse la posibilidad de una cirugía láser refractiva.