Lente Intraocular Fáquica ICL
La lente intraocular fáquica ICL (Implantable Collamer Lens) es una opción menos conocida que el láser para corregir los errores refractivos. Sin embargo, esta técnica puede ofrecer resultados iguales e incluso superiores a la cirugía refractiva con láser. Es la solución que ofrece la mejor calidad de visión a los pacientes con altas graduaciones.
Los pacientes a los que se suele implantar lente intraocular fáquica tienen problemas como: alta miopía o hipermetropía, una cornea muy delgada, sufren ojo seco, o tienen las pupilas grandes. La mayoría de pacientes que no son buenos candidatos para operarse con láser recurren a este tratamiento.
Es un tratamiento más caro por el coste de la lente intraocular pero, si no desea usar gafas ni lentillas, por ahora es la única alternativa a la cirugía láser. Pero como hemos comentado, la lente intraocular es la solución que proporciona la mayor calidad de visión y tiene muchas otras ventajas.
Cirugía con lente intraocular fáquica
La lente intraocular fáquica que vemos en la imagen en realidad no se ve a simple vista. Simplemente es un dibujo para conocer su diseño y ubicación. Las lentes intraocular fáquicas son invisibles porque las desplegamos detrás del iris, toda la lente que vemos en la imagen quedará escondida por detrás del color de sus ojos.
Esta lente intraocular se introduce en el ojo para corregir la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Como comentamos, está diseñada para ser implantada entre el iris y el cristalino. Es una ubicación perfecta para integrarse y mejorar el sistema de visión natural de nuestro ojo.
Las ICL son pequeñas lentes artificiales hechas de un material llamado colámero. Dicho material posee un altísimo nivel de transparencia y flexibilidad. Por si te preocupa, debes saber que colámero es un material biocompatible, funcionará en armonía con la química natural de sus ojos. Además tiene la capacidad de filtrar los rayos ultravioleta, por lo que ayudará a preservar la salud ocular.
Ventajas de la lente intraocular fáquica
La gran ventaja de la lente intraocular fáquica es que es la única técnica que permite revertir en cierto modo la operación. Los tratamientos con láser producen modificaciones permanentes al eliminar tejido corneal. En cambio la lente se puede reemplazar o retirar en un futuro si fuera necesario dejando la córnea prácticamente intacta.
La operación para implantar la lente intraocular fáquica dura unos 20 minutos. El paciente permanecerá despierto en todo momento ya que sólo usamos anestesia local por gotas. Tras la intervención podrá volver a casa, la mayoría de pacientes disfrutan de una buena visión desde el primer momento. Lo habitual es que en 24 o 48 horas pueda retomar su rutina cotidiana y volver al trabajo.
La satisfacción de los pacientes con este tipo de tratamiento es altísima en la inmensa mayoría de los casos. La calidad de visión que proporcionan superar a las gafas y las lentillas, incluso a la cirugía refractiva cuando se trata de pacientes con alta miopía.
Si te parecen argumentos contundentes y convincentes, no lo dudes más. Ahora puedes solicitar cita en cualquiera de las Clínicas Oftalmológicas Vistalaser para entrevistarte con nuestros especialistas. Estarán encantados de poder resolver cualquier duda que tengas acerca de la lente intraocular fáquica.
Contenidos del artículo
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