Oftalmólogo: 8 situaciones para ir a urgencias

Hay ciertas urgencias oftalmológicas que la mayoría de la gente desconoce. Es cierto que no siempre son fáciles de identificar, pero para eso estamos. Vamos explicar 8 situaciones que puedes detectar en ti o personas de tu entorno, que si requiere atención médica urgente.

Hay que personas que por desconocimiento, pereza o exceso de confianza deciden no acudir cuanto antes al médico. Para los oftalmólogos resulta muy triste y frustrante cuando se dan casos en los que podríamos haber mucho más por el paciente si hubieran venido antes a consulta.

Para que no sea tu caso o el de algún ser querido, a continuación te explicamos ocho situaciones en las que no debes pensarlo dos veces:

1. Glaucoma de ángulo cerrado agudo

Este tipo de glaucoma, también llamado de ángulo estrecho, sucede cuando el iris bloquea el ángulo de drenaje en el ojo. Como consecuencia se produce un aumento repentino y severo de la presión intraocular. Las personas con hipermetropía, presbicia y ciertos antecedentes étnicos (asiáticos por ejemplo) tienen mayor riesgo de padecer este tipo de glaucoma.

Los síntomas distintivos incluyen: dolor ocular intenso, náuseas, alteraciones visuales repentinas, visión borrosa, halos alrededor de las luces y enrojecimiento del ojo.

Cuanto antes reciba atención del oftalmólogo menor será el riesgo de pérdida permanente de la visión.

2. Desprendimiento de retina

El desprendimiento de la retina ocurre cuando se forma un espacio entre la retina y el tejido subyacente. Esta separación interrumpe el suministro de nutrientes y sangre a las células fotosensibles. Los traumatismos o ciertas afecciones oculares, como la miopía magna, pueden aumentar el riesgo de sufrir un desprendimiento de retina.

Los síntomas que experimenta el paciente pueden ser destellos de luz o luces que parpadean en el interior de globo ocular, un incremento de moscas volantes o miodesopsias, así como la aparición de cortinas o sombras en el campo visual.

Ante esta situación, hay que ponerse en marcha y acudir al oftalmólogo de urgencia. El tratamiento implica una intervención quirúrgica para reposicionar la retina y sellar los desgarros.

3. Lesiones oculares traumáticas

Cualquier traumatismo o lesión en el ojo, ya sea causada por un golpe, una penetración o una quemadura debe recibir atención médica urgente.

Por ejemplo, si se produce algún incidente con productos químicos abrasivos o corrosivos, o han podido introducirse objetos extraños en el ojo o detrás de los párpados, como trozos de cristal, de metal, arena, etc. Es muy importante acudir a urgencias para examinar el globo ocular y las áreas externas.

En consulta se podrás realizar una evaluación y diagnóstico completo, aplicar el tratamiento adecuado o intervenir quirúrgicamente si fuera necesario, para salvaguardar la salud ocular.

4. Oclusión de la arteria central de la retina

Esta condición ocurre cuando la arteria central de la retina se bloquea, por lo general la causa es embolia o trombosis.

El paciente lo que experimenta es una pérdida de visión en un ojo, pero no sufre ningún dolor. Si pensamos que es un problema pasajero, para cuando reciba atención médica puede ser demasiado tarde. Si se trata de una oclusión, la arteria está bloqueada y es un problema grave que requiere de atención urgente.

El tratamiento debe iniciarse lo antes posible para intentar desplazar el émbolo y minimizar el daño en el ojo afectado. Si se diagnostica y trata rápidamente, es posible proteger la visión en el ojo no afectado y recuperar algo de la visión en el ojo afectado.

5. Celulitis orbitaria

Esta afección ocurre cuando una infección se propaga a los tejidos que rodean el ojo. Por lo general, debido a heridas, infecciones en los senos nasales o picaduras de insectos.

Los síntomas incluyen inflamación dolorosa de los párpados, ojos saltones, disminución de la visión, visión doble, dolor al mover los ojos, fiebre y sensación de malestar.

Si observamos todos estos síntomas o la mayoría de ellos, un diagnóstico temprano por parte de un oftalmólogo es sumamente importante. El tratamiento puede involucrar el uso de antibióticos y, en algunos casos, drenaje quirúrgico. De lo contrario existe riesgo de pérdida de visión, oftalmoplejía y otro tipo de secuelas.

6. Iritis o uveítis

Como su nombre indica, la iritis es una inflamación del iris, el anillo de color que rodea la pupila, y la uveítis es una inflamación de la úvea, que puede ser causada por trastornos autoinmunitarios, infecciones o exposición a toxinas.

La presencia repentina y rápida de síntomas como enrojecimiento ocular, dolor, sensibilidad a la luz, visión borrosa y puntos oscuros en el campo de visión puede indicar la presencia de estas afecciones.

El diagnóstico y el tratamiento temprano son cruciales para prevenir complicaciones y preservar la visión.

7. Hemorragia vítrea

Se produce por una acumulación de sangre en el espacio gelatinoso del ojo llamado cuerpo vítreo. El cuerpo vítreo se encuentra entre la lente y la retina y es responsable de mantener la forma del ojo y ayudar en el enfoque visual.

La presencia de sangre en esta región puede causar síntomas como: manchas oscuras flotantes en el campo visual, visión borrosa e incluso perdida parcial o total de la visión,

Las causas pueden ser muy variadas y es importante identificarla para aplicar el tratamiento adecuado. En cualquier caso, se recomienda acudir al oftalmólogo cuanto antes para evitar daños permanentes en la visión.

8. Queratitis infecciosa aguda

Es una inflamación de la córnea debido a una infección, generalmente causada por bacterias, virus u hongos. Es infección se pudo producir tras una lesión corneal, uso inapropiado de lentes de contacto, exposición a ambientes contaminados, entre otros.

Esta condición puede causar síntomas muy molestos, de hecho puede provocar un dolor ocular intenso, enrojecimiento, lagrimeo, sensibilidad a la luz, visión borrosa, secreciones oculares, la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo e incluso la formación de úlceras en la córnea.

Si no se trata de forma adecuada, puede llevar a complicaciones oculares severas y pérdida de visión. Lo ideal es un diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno con medicamentos adecuados para controlar la infección, prevenir daños en la córnea y preservar la visión.

En caso de duda, acude al oftalmólogo

Si experimentas alguno de estos síntomas o los reconoces en algún amigo o familiar, no lo dudes, es crucial buscar atención médica oftalmológica de inmediato. La detección temprana y el tratamiento oportuno son fundamentales para proteger la salud visual.

En general, los traumatismos en el ojo, las pérdidas repentinas de visión, la inflamación o dolores intensos, la aparición de destellos, el incremento de miodesopsias o las alteración repentinas en el campo visual son síntomas que nos deben alertar. Lo mejor es acudir cuanto antes al oftalmólogo, de lo contrario lo único que conseguimos es poner en riesgo la salud ocular.