Fotofobia o sensibilidad a la luz
Aunque por su nombre podría tratarse de un trastorno provocado por la ansiedad de tener que hacerse una foto, la fotofobia o sensibilidad a la luz es un síntoma muy molesto que acompaña determinadas afecciones oculares y neurológicas.
¿Te ha molestado alguna vez la luz? Seguramente la respuesta es sí.
Y es que un exceso de luz produce ciertas molestias en los ojos en casi todas las personas, haciendo que cerremos los ojos para protegernos. Sin embargo, cuando hablamos de fotofobia, hablamos de esta situación llevada al extremo y que puede tener efectos negativos en nuestra calidad de vida.
¿Qué es la fotofobia?
La fotofobia o sensibilidad a la luz es la intolerancia a la luminosidad.
La luz solar, la luz fluorescente y la incandescente pueden causar incomodidad, junto con una necesidad de entrecerrar o cerrar los ojos. La sensibilidad a la luz también puede estar acompañada de otros síntomas como dolores de cabeza, mareos o problemas de visión.
Las personas sensibles a la luz algunas veces sufren molestias solamente con la luz brillante. Sin embargo, en casos extremos, cualquier luz puede resultar irritante.
Cabe destacar que la fotofobia no es una enfermedad ocular sino un síntoma de trastornos oculares, como infección o inflamación, que pueden irritar nuestros ojos.
Es muy frecuente que las personas albinas presenten sensibilidad a la luz. También las personas con un color de ojos más claro pueden experimentar más sensibilidad a la luz en entornos con una fuerte luz del sol. Esto se debe a que los ojos cuyo iris es de colores más oscuros contienen más pigmentos para protegerlos de la fuerte iluminación.
10 causas de la sensibilidad a la luz
La fotofobia puede aparecer por diferentes causas, agrupadas en: características propias del ojo, por traumatismos, patologías oculares, problemas neurológicos, por consumo de drogas y fármacos o cirugía refractiva.
Algunas de las causas más frecuentes son:
- Migraña.
- Abrasión corneal.
- Quemaduras en los ojos.
- Úlcera corneal.
- Iritis o uveítis aguda (inflamación dentro del ojo).
- Consumo de drogas.
- Uso excesivo de lentillas o lentes de contacto mal ajustadas.
- Enfermedad, lesión o infección ocular (como chalazión, epiescleritis, glaucoma o meningitis).
- Examen ocular con dilatación de las pupilas.
- Tras una cirugía ocular.
Síntomas de la fotofobia o sensibilidad a la luz
Si sufres fotofobia podrías notar además algunos de estos síntomas:
- Picor continuo en los ojos.
- Molestias oculares y necesidad de entrecerrar o cerrar los ojos ante una luz intensa.
- Lagrimeo excesivo.
- Enrojecimiento o inflamación de los ojos.
- Dolores de cabeza.
- Rigidez cervical.
- Náuseas y mareos.
- Visión borrosa.
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¿Qué hacer si sufres fotofobia o sensibilidad a la luz?
Aquí te dejamos algunas recomendaciones básicas y sencillas si sufres sensibilidad a la luz:
- Emplear gafas oscuras, polarizadas y llevar sombrero: las gafas frenan la radiación luminosa y deben ser cerradas para que no entre luz por ningún lado. Además te puedes plantear usar una gorra o sombrero con ala ancha para evitar que la luz llegue directamente a los ojos.
- Atenuar las luces en casa, cerrar los ojos cuando sea posible y evitar la luz solar.
- Acudir al oftalmólogo o médico: para realizar un seguimiento y recomendar el tratamiento adecuado. Además de las pruebas pertinentes se verifica por ejemplo si está relacionado con algún medicamento que estemos tomando.
Tratamiento en casos de fotofobia
El tratamiento para la fotofobia depende de las causas que la provocan y los síntomas que presentes.
Por lo general, se recetan lentes oscuras con filtros especiales con la intención de que se reduzca el contacto con la luz intensa.
En caso de que la sensibilidad a la luz esté producida por tener el ojo seco, el tratamiento se enfoca en lubricar a través de gotas y minimizar las molestias.
Cuándo acudir al oftalmólogo
Si la luz en exceso produce molestias en tus ojos, provocando enrojecimiento, visión borrosa o dolor de cabeza y estos síntomas no desaparecen en unos días, nuestro consejos es acudir al oftalmólogo.
En caso de duda siempre es recomendable que acudas a un especialista. Una vez en consulta, el oftalmólogo realizará un examen ocular para determinar la causa que provoca la fotofobia y así poder recetar un tratamiento adecuado que solucione el problema.
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